Tratamiento psicológico para superar la baja autoestima e incrementar la sensación de bienestar de la persona consigo misma.
PROGRAMA PSICOLOGICO PARA MEJORAR LA AUTOESTIMA
¿Por qué no decirnos cosas buenas?
¿POR QUÉ NO DECIRNOS COSAS BUENAS?
Son muchas
las veces que mis pacientes vienen a consulta y, cuando les pregunto por algo
que valoren de si mismos o que crean que se les da bien me dicen que qué
vergüenza les da verbalizarlo, o me dan argumentos para matizar que es algo que
alguna vez les han dicho, como suavizando el hecho de que ellos lo pudiesen
llegar a pensar.
Ante estas
situaciones yo siempre siempre salgo con el mismo discurso: de manera histórica
y cultural nos han enseñado a que si decimos algo negativo sobre nosotros
mismos, como que somos tontos, la gente tiende a acogernos y tranquilizarnos, diciéndonos,
por ejemplo, que eso no es así, que solo ha sido un error.
En cambio,
cuando decimos algo positivo sobre nosotros mismos, o una cualidad personal que
destacaríamos, el comentario siempre tiende a ser “que flipado eres”, “no
tienes abuela” o “te lo tienes creído”.
Lo que trato
de decirle a mis pacientes es que, reconocernos las cosas que hacemos bien es
algo necesario, ya que, al fin y al cabo, es algo que sentimos de esa forma y
negarlo no es positivo para nosotros. Todo esto, sin caer en la arrogancia o
desconsideración, claro. No es lo mismo decir “se me da muy bien pintar” que
decir “soy el mejor pintor”, pero es muy importante que identifiquemos y que
reconozcamos nuestras cualidades positivas, aquello que nos gusta, y lo que
consideramos que se nos da bien, y que podamos
decirlo en voz alta.
Ahora te
propongo que hagas una lista (da igual lo corta o larga que sea), y escribas
aquellas cosas positivas que consideres de ti, o algo en lo que te consideres
bueno. Recuerda que, cuando digo que eres bueno no quiero decir que seas el
mejor que conoces.
Añadir que
probablemente, y eso me dice la experiencia, en ese listado, características
que ellos consideran defectos y por tanto han excluido, son en realidad
virtudes (perfeccionista, sentimental, práctico, sincero….).