EL PERFECCIONISMO PUEDE VOLVERSE EN CONTRA DE LA AUTOESTIMA

¿QUÉ ES EL PERFECCIONISMO?

Una persona perfeccionista se caracteriza por:

. Aspirar a metas muy altas, las más altas, incluso si son extremadamente complicadas. No atiende a circunstancias que pueden hacerle no ser capaz de llegar a conseguir esa meta.

. Hace depender su valía personal exclusivamente de su capacidad para lograr los mejores resultados

. Experimenta consecuencias negativos si no los alcanza, atendiendo a razones como que “debería” haber sido capaz, minando su propia autoestima.

CAUSAS DEL PERFECCIONISMO

  • Una alta exigencia en la infancia, cuando los padres reconocen a sus hijos solo por lo que hacen bien les enseñan a sus hijos a tener una autoestima condicionada al logro. Fracasar es una tarea significa ser un inútil.
  • Haber sufrido algún tipo de abandono o haberse sentido abandonado en la infancia.
  • Padres perfeccionistas, cuando somos niños, nuestros padres son nuestro modelo a seguir y aprendemos de ellos.
  • Abusos físicos y psicológicos en familias desestructuradas también pueden dar lugar a perfeccionismo ya que el niño, al haber vivido este tipo de circunstancias, tratan de contrarrestarlas aprendiendo a llevar una vida rígida.
  • Baja autoestima y sentimientos de inferioridad puede ocasionar que la persona que los padece tienda a compensar dichos complejos con el perfeccionismo.
Por último, en otras ocasiones, no son solo los padres sino que también son determinantes otras figuras de autoridad como los profesores, los jefes, etc.
Haber tenido padres inmaduros o infantiles hace que muchos niños tengan que madurar antes de tiempo, y suelen ser adultos hiper-responsables y perfeccionistas.

SÍNTOMAS: CÓMO SABER SI ERES PERFECCIONISTA




El perfeccionismo puede elevar nuestros niveles de autoexigencia más allá de lo posible, generando sensaciones de fracaso

Si tienes alguno de los siguientes síntomas, puedes ser demasiado perfeccionista: 

  • Sientes ansiedad y estrés en tu vida diaria. 
  • Eres pesimista. 
  • Intentas controlar todo lo que te rodea. 
  • Te obsesionas demasiado con las cosas. 
  • Te hundes por pequeños fracasos. 
  • Tienes una autoestima condicionada: si triunfas te valoras, si fracasas te desprecias. 
  • Insatisfacción vital, para ti nunca es suficiente. 
  • Te exiges demasiado a ti mismo/a y a los demás. 
  • Te comparas con los demás continuamente. 
  • Trabajas demasiado, no te tomas tiempo para descansar. 
  • Evitas situaciones en las que no te sientes totalmente seguro/a, por ejemplo, dejas de presentarte a un examen en el que no pierdes nada si no lo llevas perfectamente preparado. 
  • Te importa demasiado la opinión que los demás tienen de ti y eso condiciona tu vida.